Introducción:
Un papel clave en el paciente renal es el cuidado de su acceso vascular (AV). Una de las situaciones que genera un mayor grado de estrés para el paciente y en numerosas ocasiones para el personal es el momento de puncionar una fístula arterio-venosa (FAVI) complicada o un acceso protésico dificultoso. En la bibliografía, enfermería ha utilizado la ecografía en diferentes áreas, como en la inserción de catéteres centrales por vía periférica (PICC) o canulación de vías venosas en situaciones de urgencia. En hemodiálisis puede ser viable introducir la ecografía bidimensional (2D) como una herramienta complementaria a la monitorización tradicional del acceso vascular.
Objetivos:
• Obtener un mapa vascular del paciente lo más fidedigno posible.
• Valorar el desarrollo anatómico del AV recién creado.
• Realizar punciones eco-guiadas del acceso dificultoso.
Material, Métodos y Resultados:
El equipo de enfermería utilizó, de manera autónoma,
un ecógrafo portátil bidimensional con sonda lineal de
10Mhz. El estudio se llevó a cabo en los pacientes prevalentes de nuestras unidades extrahospitalarias (n=30).
• Se realizaron exploraciones seriadas de las fístulas
en uso, registrando los hallazgos significativos. Se
observaron alteraciones anatómicas en nuestros pacientes que no eran conocidas por el personal de enfermería: presencia de venas accesorias o colaterales, bifurcaciones de la basílica, tramos con zonas de
luz venosa hiperecogénica (compatibles con trombosis) o tramos que profundizan de forma súbita.
• En las FAVIs de nueva creación se realizaron exploraciones a lo largo del periodo de maduración, registrando el progresivo aumento de calibre del trayecto
venoso que se está desarrollando.
• En el caso de accesos vasculares dificultosos se realizaron punciones eco-guiadas a criterio del equipo
de enfermería en situaciones de difícil punción,
como un escaso desarrollo, edema o extravasación
previa.
Conclusiones:
La posibilidad de contar con un aparato de ecografía
en la unidad de hemodiálisis, especialmente en centros
extrahospitalarios, que no tienen accesible esta tecnología en la práctica diaria, puede resultar útil para las
actuaciones indicadas.
• Se mejora el conocimiento y registro del mapa vascular de nuestros pacientes, haciendo posible incorporar a la historia de enfermería, aparte de la información habitual, datos no conocidos previamente,
para el mejor cuidado y utilización de la FAVI. La
exploración facilita el hallazgo de nuevas zonas o
trayectos de punción más distales.
• En fístulas de nueva creación, visualizar el desarrollo del mismo ayuda a la elección de la zona más
adecuada para empezar a canular el nuevo AV.
• De forma subjetiva aumenta la autoconfianza del
equipo de enfermería, a la hora de canular el AV de
reciente creación o dificultoso. La técnica ecográfica
ayuda a elegir la mejor zona de punción o posibilita
canulaciones que a priori no son viables.