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Volumen 17 || Número Suplemento 1 || 2014
e I.S.S.N. ISSN: 2255-3517 - I.S.S.N. ISSN: 2254-2884
Acupuntura y hombro doloroso de la FAVI
Modesta Santos Seco, Inmaculada Gil Barrera, Rubén Romero López, Juan Antonio Pilares Puertas, Andrés Moreno Rodríguez
Acupuntura y hombro doloroso de la FAVI

Resumen:

En el intento de mejorar la calidad de vida de estos pacientes se ha realizado un estudio experimental con un grupo de 14 pacientes del programa de hemodiálisis que poseen Fístula Arterio-Venosa Interna (FAVI) y refieren un dolor agudo del hombro en el brazo de la fístula, acentuándose durante la diálisis. Existen muy pocas referencias bibliográficas sobre su origen anatomo-histológico. Su etiología se debe a la compresión que ejerce la Fistula Arterio-Venosa sobre el plexo braquial del hombro. Durante la sesión de diálisis al realizarse con flujos elevados la dilatación de esta FAVI aumenta provocando una parálisis progresiva en los nervios adyacentes, motivo por el cual el dolor se incrementa y pueden aparecer otros síntomas como calor, quemazón y pérdida de sensibilidad en la extremidad.

El objetivo del estudio es valorar la efectividad de la acupuntura en el hombro doloroso de los pacientes portadores de FAVI.

Material y métodos:

Se han incluido en el estudio 14 pacientes voluntarios del programa de hemodiálisis que cumplieron los siguientes criterios de inclusión:
• Poseer FAVI con las siguientes características: madura, normofuncionante, uso en bipunción y con trayecto lineal.
• Estabilidad hemodinámica.
• Consentimiento informado; Aplicamos la técnica intradiálisis durante los meses de marzo a junio de 2012. Se administraron 12 sesiones de acupuntura, dos veces por semana durante seis semanas.

Resultados:

No se han presentado incidencias durante ni después de la aplicación de la acupuntura, aun con el factor en contra que a priori supone la heparinización intradiálisis y la anticoagulación a la que se ven sometidos estos enfermos. En ningún caso se presentó lesión cutánea relacionada con la punción. Sin infecciones, ni hematomas, independientemente de las heparinizaciones. La mejoría comienza a partir de la tercera sesión, llegando a una situación máxima en la sexta y séptima sesión, aunque todos los voluntarios del estudio terminaron el ciclo de 12 sesiones. Se han mantenido libres de síntomas, variando de unos a otros entre 15 días y cinco meses.