Resumen:
Hasta la fecha han sido llevados a cabo diversos estudios para evaluar la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) de los donantes de órgano de vivo, encontrando que es comparable a la de la población general o superior, independientemente del tiempo que ha transcurrido desde del trasplante.
Objetivo:
El presente estudio pretende evaluar la CVRS de los donantes de vivo de la consulta de trasplante de un hospital de tercer nivel y analizar otros aspectos relacionados con el proceso de la donación.
Material y métodos:
A todos los donantes se les auto-administró en la consulta el Cuestionario de salud SF-36 versión2 que evalúa 8 dimensiones de la CVRS y ofrece una puntuación sumaria física (PCS) y mental (MCS) cuyas medias son 50±10. A su vez se recogieron variables relacionadas con los perjuicios que han podido tener como consecuencia de la donación: vida laboral activa, días de traslado al hospital y consultas necesarias pre y post-trasplante y variables sociodemográficas y clínicas.
Resultados:
Hasta el momento se han realizado en nuestro centro 29 trasplantes de donante de vivo, 25 fueron mujeres (86%), la edad media en el momento de la donación fue de 52±11. Dos receptores perdieron el trasplante y un donante fue exitus por causas ajenas a la donación. La mediana de tiempo desde el trasplante fue de 30 meses (Pc25=19-Pc75=43). La creatinina pretrasplante fue 0,71±0,11 y al alta 1,05±0,22. Más de la mitad sufrieron algún efecto adverso durante los tres primeros meses postdonación, siendo dolores abdominales y molestias en la herida los más habituales, y no encontrándose diferencias en este aspecto entre laparoscopia (62%) y lumbotomia (38%), si bien estos últimos tuvieron una estancia media de ingreso más elevada 7±2 vs. 5±1 (p=0,015). La media de consultas pre y postrasplante realizadas en el hospital fue de 18±6 y las visitas hospitalarias necesarias 15±6. El 41% fueron cónyuges, el 28% madres, el 24% hermanos y el 7% cuñados de los receptores. El 78% tenía estudios elementales y un 24% vida laboral activa. De los 29 donantes 24 contestaron el cuestionario de salud SF-36 y a itemes relacionados con el proceso de donación. El 100% volverían a donar, el 60% consultó el hecho con su familia y un 20% tuvo ansiedad respecto la intervención. Las puntuaciones medias en el cuestionario de CVRS fueron equiparables a las de la población general en todas las dimensiones y la media en la PCS fue 50,7±6,3 y en la MCS 50,7±9.
Conclusiones:
Nuestros resultados corroboraron lo aportado por los estudios previos y la CVRS de los donantes fue comparable a la población general. El trasplante de donante de vivo es la primera elección recomendable para casi todos los pacientes con Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA) candidatos a trasplante. Conocer las experiencias que han vivido los donantes y los efectos negativos es un tema de vital importancia para evitarlos en el futuro y mejorar su satisfacción.