| Experiencia con las técnicas continúas de reemplazo renal en cuidados intensivos. Determinantes de la duración del hemofiltro | |||||||||
Alicia García Olert |
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Introducción. Las técnicas continuas de reemplazo renal son utilizadas ampliamente en las unidades de cuidados intensivos para el manejo del fracaso renal agudo. Se usan también en situaciones clínicas sin alteración renal en las que se ha demostrado su utilidad, limitando al mismo tiempo las complicaciones asociadas a las técnicas convencionales. El objetivo del presente estudio es determinar si las variables analizadas tienen influencia sobre los tiempos de aprovechamiento del hemofiltro. Asimismo se hace un análisis descriptivo de los datos que ha generado el estudio del uso de las TCRR en nuestra unidad. Material y métodos.Se lleva a cabo un estudio prospectivo-descriptivo acerca del uso de las técnicas continuas de reemplazo renal en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Comarcal de Melilla. Se incluyeron en el estudio a todos los pacientes ingresados durante el período comprendido entre el 04/03/07 y el 25/09/07 que precisaron de dichas técnicas. Resultados. De todas las variables analizadas para determinar su relación con la duración del filtro, se encuentra que existe correlación positiva con el flujo de sangre (Rho de Spearman=0.304; p=0.05) y correlación negativa con la cifra de plaquetas (Rho de Spearman= -0.469; p= 0.01).
Experience with continuous renal replacement therapy in intensive care. Factors determining the duration of the haemofilter ABSTRACT Introduction: Continuous renal replacement therapy is widely used in intensive care units to handle acute renal failure. It is also used in clinical situations with no renal alteration in which its usefulness has been demonstrated, while limiting the complications associated to conventional techniques. The aim of this study is to determine whether the variables analysed have an influence on haemofilter Material and methods.A prospective-descriptive study was carried out on the use of continuous renal replacement therapy in the Intensive Care Unit of the Hospital Comarcal de Melilla. The study included all patients admitted during the period between 04/03/07 and 25/09/07 who required such therapy. Results. Of all the variables analysed to determine their relation to filter duration, it was found that there is a positive correlation with blood flow (Spearman’s rho =0.304; p=0.05) and a negative correlation with the number of platelets (Spearman’s rho = - 0.469; p= 0.01).
INTRODUCCIÓN Las técnicas continuas de reemplazo renal (TCRR) son utilizadas ampliamente en las unidades de cuidados intensivos1 para el manejo del fracaso renal agudo (FRA). Se usan también en situaciones clínicas sin alteración renal2-5, en las que se ha demostrado su utilidad, limitando al mismo tiempo las complicaciones6,7 asociadas a las técnicas convencionales. En relación a las TCRR, y desde sus inicios en 19778, se han producido numerosos avances en un intento de mejorar sus resultados y tolerancia. Aún así, la duración del hemofiltro y los factores que pueden influir sobre esto, continúa siendo un aspecto de vital importancia, dado los costes que su coagulación precoz genera y las implicaciones clínicas que acarrea. El objetivo del presente estudio es determinar que factores tienen influencia sobre los tiempos de aprovechamiento del hemofiltro. MATERIAL Y MÉTODO Se lleva a cabo un estudio prospectivo-descriptivo acerca del uso de las TCRR en la Unidad de Cuidados Intensivos, con una dotación de 7 boxes individuales para la asistencia a patologías que requieran cuidados intensivos de cualquier índole. Se ubica dentro del Hospital Comarcal de Melilla, con una dotación de 200 camas. Se incluyeron en el estudio a todos los pacientes ingresados en la unidad durante el período comprendido entre el 04/03/07 y el 25/09/07 que precisaron de TCRR. Se ha utilizado para las TCRR el sistema Prisma® junto con el circuito para Prisma® M100 PRE SET® de Hospal®. La técnica siempre es indicada por el intensivista. En todos los casos, es responsabilidad de la enfermería de la unidad el montaje del sistema de reemplazo renal y el control de todas las variables que afectan a la técnica; asumiendo también la responsabilidad de retorno sanguíneo y recambio del set. También se ejerce una vigilancia continuada sobre posible caída Se utiliza en todos los casos acceso venoso central con catéter de poliuretano de doble luz de 13 Fr y 200 mm de longitud. Para la predilución, si se indica, se usa en todos los casos Dialisan® fórmula L2D, líquido que se usa también como dializante. Habitualmente no usamos la técnica en postdilución. El cebado del filtro se realiza con solución salina más adición de 50 mg de heparina sódica. Posteriormente, si no hay contraindicación, se inicia perfusión de heparina sódica a dosis iniciales entorno a 5 u.i./Kg/hora10-12. Dentro de los cuidados del paciente sometido a TCRR, se establece el registro de constantes vitales horarias, registro y control horario de flujos y presiones desde el monitor Prisma®, monitorización intensiva del TPTA del paciente y corrección del suministro continuo de heparina sódica, si se precisase, según protocolo; con el objetivo de mantener el TPTA entre 40-45 segundos13 siempre que no aparezcan complicaciones hemorrágicas. Se protocoliza cambio electivo del filtro a las 72 horas de funcionamiento si se usa exclusivamente para ultrafiltrar, a las 24 horas si también se pretende dializar y a las 12 horas en cuadros de sepsis14. Además, como se dijo anteriormente, la enfermera puede y debe anticiparse a la coagulación del filtro y optar por recambiarlo. Por cada filtro y paciente se tomaron datos relativos a su rendimiento y otros parámetros clínicos que se resumen en la tabla 1. Otros datos recogidos son: indicación inicial de TCRR, técnica utilizada, datos epidemiológicos del paciente, criterios de gravedad al ingreso, motivo de retirada del filtro y complicaciones asociadas directamente con la técnica. Los datos se han extraído desde la hoja de registro de TCRR para enfermería incluida en la historia clínica del paciente. Para la tabulación y análisis estadístico de los datos se usó el programa SPSS v. 15.0 para Windows ®. Se determinó el nivel de correlación de cada variable con respecto a la duración del hemofiltro a través de la Rho de Spearman. RESULTADOS Durante el período seleccionado, se aplicaron TCRR a 10 pacientes (9 hombres) con una media de edad de 60,2 años (38-77) y un Apache II medio al ingreso de 20,9 (13-28). Tanto la indicación inicial que motiva el inicio de TCRR como el motivo de su retirada aparecen expuestos en la tabla 2. En uno de los pacientes no se puede establecer el motivo de retirada de las TCRR debido a que no pudimos acceder a su historia clínica.
Rendimiento de la técnica La media de duración del hemofiltro fue de 17,92 horas habiendo filtrado para ese momento un volumen medio de sangre de 181 litros. Se utilizaron flujos de extracción de sangre entre 80 y 300 ml/min con una media de 164 ml/min. El TPTA arterial (referido al paciente) se mantuvo sobre los 47 segundos como media, mientras que la media del TPTA venoso (línea de retorno) no superó los 45 segundos. El acceso venoso más utilizado fue la femoral derecha en 6 de los pacientes (60%). La subclavia derecha se utilizó en 3 (30%) ocasiones y tan sólo en una ocasión (10%) se abordó la subclavia y femoral izquierda.No se utilizó el acceso yugular. El recuento plaquetario medio fue de 213.676 μ/L. En la tabla 4 se muestra otros datos relativos al rendimiento de las TCRR una vez analizados los 68 filtros en conjunto. Duración del filtro Complicaciones Hubo un caso de sangrado severo pero en el que no pudo establecerse su relación con las TCRR ya que a su ingreso en la unidad, el paciente presentaba cuadro de coagulopatía; de hecho fue el único paciente al que en ningún momento se le administró heparina asociada a la HDFVVC. Aparecen problemas con el acceso vascular en un solo paciente que determinan el recambio del filtro (presión de entrada demasiado negativa) ya que no pueden ser solventados, en tanto se implanta nuevo catéter, invirtiendo las luces de entrada y retorno. Los motivos de retirada de cada uno de los filtros se muestran en la tabla 5. En 22 ocasiones, 32% de los filtros usados, es imposible la recuperación del volumen sanguíneo, que para el hemofiltro que utilizamos, y según especificaciones del fabricante es de 107 ml por set. Así, el volumen total de pérdida hemática, analizados los 68 filtros, se estima en 2.354 ml. En el resto de los casos siempre es posible el retorno sanguíneo.
DISCUSIÓN La relación que se encuentra entre el flujo de sangre y la duración del filtro era la esperada y coincide con otros estudios similares que han validado la fracción de filtración como predictor de la duración del filtro15- 17. Del mismo modo, encontramos que las cifras de plaquetas guardan una estrecha relación con la vida útil del hemofiltro18. Aunque en nuestro estudio no hemos encontrado relación significativa entre el flujo de reposición en predilución, el hematocrito y la duración del filtro, entendemos que puede ser debido al tamaño muestral y a los estrechos márgenes en que, por razones de buena práctica, nos movimos. Tanto el hematocrito como el flujo de predilución afectan directamente Cabe destacar que hay 5 filtros (7,35%) que se “pierden” por fallo mecánico y que además también se asocian a pérdida hemática; cifras que para nada son tolerables si las comparamos con estudios similares al nuestro19-20 y que reflejan la necesidad de mantenimiento más continuado de la unidad de reemplazo renal. Los valores referidos al TPTA venoso (línea de retorno), nos hacen pensar que estamos anticoagulando por debajo de las necesidades del hemofiltro, ya que se alejan demasiado de los valores recomendables que deberían ser cercanos a los 65 segundos. Un 16% (11 filtros) son retirados por razones de fin de terapia, retorno para aseo y salida del paciente de la unidad para prueba diagnóstica sin haber llegado al final de su vida útil. Esto, sin duda, influye en la media de duración de los filtros, ya que tres de ellos no habían superado aún las 10 horas de tratamiento en el momento de su retirada. Así, nos debe hacer La enfermería se adelanta a la coagulación del filtro en 27 ocasiones (39%), recambiándolo cuando las cifras de presión transmembrana, presión del filtro y presión efluente así lo aconsejan, para evitar la eventualidad de llegar a una situación en la que no se hace posible el retorno sanguíneo. Este resultado, sin ser pobre19, sí que indica la necesidad de mayor formación en el control de la técnica y de los criterios que aconsejan cambio del filtro. Esto, no sólo previene complicaciones inherentes a la coagulación del filtro (pérdida hemática entre otras), sino que además tiene repercusiones importantes sobre los tiempos que enfermería dedica a la técnica20. Esta misma conclusión se extrae de la media de duración de los filtros, que fue de 17,92 horas; dato que nos obliga a implementar estrategias que corrijan este desequilibrio con respecto a los datos obtenidos por otros estudios en nuestro país6,19,20. Estamos convencidos de que la formación del personal médico y de enfermería en estrategias para aumentar la duración de los filtros, junto con un régimen acertado de anticoagulación, son uno de los pilares básicos para la solución de este problema. AGRADECIMIENTOS A todos y cada uno de los compañeros de la Unidad de Cuidados Intensivos que han hecho posible esta publicación y muy en especial al Dr. Villanueva por alentarnos a llevarla a cabo. BIBLIOGRAFÍA 1. Maynar J, Sánchez-Izquierdo JA, Daga D, Herrera M y Grupo de Trabajo de Cuidados Intensivos Nefrológicos de la SEMICYUC. Situación Actual del reemplazo Renal en las UMI de la SEMICYUC. Med Intensiva 2001; 25S: 112. |
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